MI DULCE TORMENTO.

No puedo sincerarme con vos, lo tengo a punto de salirse de mi boca, lucha desesperado por filtrarse entre mis dientes que lo aprietan, lo detienen e intentan sofocarlo, sellado en la inseguridad de mis labios. 

No puedo dejarlo escapar, no tengo valor para ello y miles de mariposas vuelan desenredando mi cabello en el viento.No quiero y a la vez me muero por hacerlo...

No puedo decirlo, y mis manos luchan a muerte conmigo por expresar lo inexpresable, lo que el miedo ha guardado en la jaula de mi corazón y me es imposible darte.

No puedo y a la vez quiero, se deshace, se derrite, se evapora en mis entrañas calcinantes, asciende en partículas preciosas al cielo, para que lo aspires,  viaje en tu sangre, y bañe cada fibra de tus músculos, cada célula preciosa de tu ser.

No puedo liberarlo de su prisión, y por eso hace que te sienta, que te piense, aun en las noches cuando el sueño no quiere venir y me enredo en el fantasma de mis sábanas, que mágicamente huelen a vos.

No puedo...y a la vez quiero... Dejar escapar mis palabras, y que alivien este dulce tormento.

Candombe en mi destino.

Hoy es el último día de carnaval, y yo, como todas las jóvenes, estoy empapada en los preparativos de la clausura de este año. Pero esta vez es diferente, el clima es festivo, pero tenso. Algo va a suceder, lo presiento…

 Mi alma se contrae y distiende, en constante búsqueda interior; no camino, floto, como en un sueño…del que es imposible despertar.

Hace rato ya, que me mirás. Unas veces de reojo, cuando pasás montando tu caballo; en otras, tu mirada me recorre de la cabeza a los pies, siento que me incinero y no puedo respirar. En medio del gentío, que se agolpa torpemente, para vernos candombear, me siento elegida. Entre tantas mulatas exuberantes, danzando al ritmo de sus redondeces, posaste tu mirada en mi , que soy pequeña, delgada y de grandes ojos moros.

Los amigos del tambo danzan, en el caluroso y rojizo atardecer; el ritmo de los tambores corre por nuestras venas ardiendo, haciéndonos sentir que somos lo que somos, que nada hemos perdido de nuestra África caliente y terrenal.

El aire huele a flores… y no dejás de mirarme. Mi hermana, me susurra algo al oído…

Te llamás Juan Manuel, me gusta…y al son de los tamboriles, mi corazón se desboca en mis entrañas. Quien sabe en  cuantos amaneceres de bruma, te he buscado en el vacío de mi vida sin sueños, de mis pesadillas sin gritos. Quien sabe si tus ojos claros, que hoy me hacen sentir única, han buscado incesantemente, sin hallar.

La plaza Montserrat desborda, la gente está contenta. En el medio, se llevará a cabo, en unos momentos, la ceremonia del día de entierro del carnaval, quemarán a Judas. Miro detalladamente a mi alrededor, los soldados enfundados en la pesada transpiración de sus uniformes, los mulatos expectantes, la mujer del restaurador y su niña preciosa de bucles dorados, Juan Manuel, todos con la atención puesta en el muñeco que se quema, la paja crepitante. Me abstraigo en la escena, aspiro profundamente, el olor de los trapos quemados, olor que queda para siempre grabado en mi, como tu olor.

El sol va incrustándose en los barrios bajos, me separo de la muchedumbre, en busca de tu silueta. Camino sigilosa por la Calle del Pecado y allá, a una cuadra, veo a tu caballo amarrado. Me acerco, paso con paso silencioso, para no asustarlo y te descubro sentado en una gran piedra, solo, pensativo. Te incorporás lentamente, y sin mirarme, me tendés tu mano. Mis dedos oscuros y tus dedos blancos, se rozan las yemas ¡Chispas! Que migran a tus ojos dulces y tu boca me busca en la oscuridad de un amor naciente. Nos enroscamos de pasión tras la roca. Mis ropas blancas resaltan en la noche cerrada, latiendo furibundas, al compás del candombe. Nos amamos sin reservas, al borde del acantilado del olvido, narrándonos el pasado en caricias prohibidas, entrelazados como finas cintas de plata vibrante, que se resumen en una sola luz, deseando no separarse jamás. Y en el ocaso de esta tarde de entierro, sepulto mi niñez para siempre, convirtiéndome en tu mujer, en tu querida. Me queda de recuerdo la falda blanca, con la rosa roja que me obsequiaste, tatuada en el suave algodón, mixada con las nubes, ahora rosadas, de tu esencia, aromada solo de vos y del carnaval.

Clarissa Cristal

MARCOS.

Ojos verdes, grandes, simples, sonrientes. Con él veías la luna en pleno mediodía. Marcos era el revoltoso de la clase, el desentendido a la hora de dar explicaciones. A una edad en la que ellos aun juegan sus juegos brutos de gorilla, Marcos miraba sin disimulo , las piernas desnudas de las chicas, ya que todas íbamos con jumper al colegio.Era de esos que con un ademán gracioso, se ganaba la risa de una mujer y la perdía al segundo siguiente con un exabrupto de su boca.Nunca lo ibas a ver triste, ni pensativo, siempre alerta, riéndose de alguien o tramando alguna broma, de la que después todos nos arrepentíamos... menos él.Recuerdo aquella vez en que pintamos el tapado de visón de la profesora de italiano. Estábamos todos serios, muy callados, la gringa ( asi le decíamos a la de italiano) estaba pasando banco por banco, para corregir el dictado, y si bien no era severa, cuando se enojaba ... ardía troya. En el momento que terminaba de pasar por mi lado, Marcos ( bien llamado " el guasón") me pasó un papelito: pintémosle el tapado con acrílico!!! Nunca me voy a olvidar su expresión, sus ojos llenos de chispa, su boca de labios gruesos y rojos, asintiendo locamente a su propio pedido, no me pude resistir y me hice cómplice de la travesura.Lo cierto es que terminamos los dos en la rectoría, acusándonos el uno al otro. Mi rabia era mayúscula, no podía creer que se dijera inocente. El rector sabía que no podía haber sido yo,mi reputación era impecable. Posdata: él recibió quince amonestaciones... me odiaba!!!
Fue pasando el tiempo, las vacaciones de invierno llegaron y , como agua que pasa bajo el puente, también se fueron.Los días de agosto, apenas tibios, se llevaban de a poco el año lectivo.Eran las tres y cuarto de la tarde, una de las chicas venía corriendo desde la otra punta del patio, diciendo que Marcos quería hablar conmigo... el vértigo que se apoderó de mi fue violento, como si algún gran animal hubiera apoyado sus patas enormes en mi estómago... DECILE QUE NO... y eso fue todo, hasta la semana siguiente.Pero empecé a notar que me miraba distinto y desconfié mas. Su manera de verme se volvió suave, reposada, como pensativa ( raro en él) y se me empezó a ablandar el corazón. Ahora ya sabía que le pasaba y el lo sabía también, la primavera estaba llegando, y con ella el calor de la sangre, el fluir espeso de las hormonas que enloquece en ese no detenerse, ni mirar , reflexivamente, atrás.El asunto, en mi caso, era dejar de pensar en él, no podía. No me levantaba sin haber soñado con el, no comía, había bajado 4 kilos en una semana y mis ganas se hacían carne de solo verlo. Por su lado, no dejaba de buscarme, de sentarse a mi lado, de pasarme notitas con un apretado TE QUIERO. Y yo, aun algo desconfiada, no quería aceptarle nada, tenía miedo.
[Image]Por fin llegó el día de la primavera, en el que en mi país festejamos el día del estudiante, y nos fuimos a hacer pic- nic con todo el curso. Desde que amaneció, la adrenalina minaba mi cuerpo de temblores, estremecimientos incontrolables y yo sabía porque. Algo iba a pasar, lo presentí desde que desperté y ese pensamiento no me dejaba en paz. Preparé el almuerzo pensando en él, salí a la calle y no me lo podía quitar de la mente.Cuando nos tocó subir al bus que nos llevaría al campo, Marcos se adelantó y subió primero, con su mirada triunfal, después subí yo. Me esperó para sentarse conmigo, no paraba de temblar. Pude esquivarlo, y me senté con otra chica que estaba sola. Todo el camino al pic- nic cruzábamos las miradas, y sentimos el vértigo de la tormenta, la sangre helándose y ese sopor evanescente que nos torturaba al juntar, en un tierno segundo, las almas.Por un azar del destino , esa mañana, al llegar , fuimos últimos al bajar,  solo quedó el conductor que no miraba ; y a un movimiento brusco del freno del coche, caímos uno sobre el otro, su cara sobre la mía, sus verdes ojos asustados, su cuerpo apoyado en los lugares idénticos del mio, podía escuchar sus frenéticos latidos, pidiendo a voz en jarro por un beso de amor.Su boca roja se acercaba milimétricamente, se abría dándole paso al húmedo serpentear de su lengua... me quemaba por dentro y no quería apagarme, que ese instante jamas terminara.Sentí que flotaba, a tres centímetros del piso, y su piel de hombre me absorbía, sin desperdiciar una gota de mi. Ese día, Marcos me robó mi primer beso, y con el , la ignorancia que mantiene oculta a la fiera de la sensualidad. Ese día dejé definitivamente de ser una niña, para ser lo que hoy soy, una mujer.

Dejando huellas.

Corro satisfecha por la pista ancha del ensueño, después de haberte dado mi amor. Se quedaron las caricias hundidas en las huellas que dejaste en mi piel; el olor sublime de tu cuerpo impregnado, inyectado como tinta color pasión en cada uno de mis poros.Las manos se deslizaban a una velocidad extraordinaria, acompasada con cada gemido y latido, y nos pintaban del azul al rojo, en estallidos y si... SI! salpicamos de arco iris las paredes blanqueadas. El techo atesoró el canto orgásmico de nuestras gargantas en una, al dibujarnos el mapa de los deseos en la espalda del otro, al dejar que nos avance el sismo silencioso de un orgasmo prolongado, delicioso e imposible de olvidar.Mientras cierro mis ojos a la vigilia de olores y sabores, despierta tu ángel inquieto, y vamos por mas...

Amor.

Vuelvo limpia, con las manos desbordantes de alegrías, derramando la blancura inmaculada de este amor, que hiere fiero, que profundamente duele, profusamente sangra y libera, de una vez por todas, la basura que contamina mi existir.
Vuelvo sana, habiendo dejado tirada en el olvido, a esa muerte tirana que me esclavizaba, no dejándome verte.Cuanto pasé sin el deseo de apoyar mis labios en los tuyos, de juntar nuestras manos y al tacto hirviendo de la piel, aguantar, sentir que desfallezco, que me derrito y me congelo, que no soy nada y lo soy todo, parte de un mismo amor, que evapora lágrimas de tristeza y se devora mi ilusión.
Vuelvo siendo yo misma, que anhela tu cuerpo,en lo sacro de un amor puro , sin dobleces. Que gime desde las entrañas, muriendo en vida por hacerse una , aunque mas no sea con tu aliento,que abre los brazos en busca del mismo abrazo que diste, ese día que me declaraste tu amor y lo sellaste para siempre con una joya de rubíes sobre mi pecho de nácar.

Seré tuya.

Algún dia volveré a la tierra, me diluiré en los orgasmos silenciosos del suelo fértil, y crecerán... si , crecerán las rosas mas rojas que hayas visto, los pastos mas tiernos y verdes que existieran sobre este bendito planeta.

Algún dia, cuando vuelva tranquila, impávida, al polvo, volaré por todos los lugares que no he conocido, y besaré el mar, los ríos, las montañas amantes de las nubes desfloradas en cada amanecer vaporoso.

Algún dia seré reina de las aguas caudalosas que bajan cantarinas desde la cordillera, amaré con roces desprejuiciados el lecho rocoso de los ríos, y los haré vibrar de placer.

Cuando vuelva a la tierra , de la que indudablemente  vengo, seré alimento para las plantas , las frutas y te aseguro, que me probarás y no podrás dejar de comerme, al sentir mi pasión, que , desaforada, caliente, precisa,corre por tus venas amadas, y baña , enloqueciéndote, tus entrañas. Entonces, sin que te des cuenta, seré tuya.

MI PESADILLA DE HOY.

Vengo de una cultura en la que solo el macho siente, donde el verbo de la vida está en su simiente, donde la luz de cada día nace en sus ojos, y no hay razón para creer que mis manos puedan recrear mi mente. Vengo de un país en el que el varón todo lo puede, tomar tu cuerpo en su dominio para realizar sus placeres, convertir a la mujer en un mueble vivo, en una incubadora latente, en sujeto de sus descargas emocionales y que no piensa, no tiene dominio , ni siquiera limitado, de su alma, porque para el hombre la mujer alma no tiene. Esta es mi historia.

Amanece frío y húmedo, en un lugar que nunca había visitado, puedo ver las nubes, apenas, después de la golpiza. Sus puños me estrellaron el rostro hasta dejarlo anestesiado. Aún no se que está pasando, camino en grupo. Una veintena de mujeres de distintas edades me acompañan, llorosas, golpeadas como yo algunas, otras a punto de parir, otras, ancianas y enfermas. Me asalta el recuerdo de mis hijos, no los pude ir a buscar a la escuela, me estarán esperando... El me golpeó, llevo a otro de sus hijos en el vientre y me golpeó duro, haciéndome desfallecer de dolor en el suelo. Y es que soy esa mujer rebelde que nació para tomar el toro por las astas, que vive para hacer del cuerpo su propio cuerpo, del alma su propia alma. Estando encerrada en su torre de marfil, encontré la manera de escapar y una noche oscura y poblada de estrellas, cometí el error fatal de volverme a enamorar. Creció en mi un amor dulce, maternal si se quiere, pero irreductible, por un hombre que todo merece.Es que él es tan prohibido para mi... como yo para él. Siento el fuero  de este sentir que me da vida y a la vez me consume, que me sume en el mas profundo deseo de unírmele,  que fustiga mi carne, y deja mi ser en la mas profunda nada de mi imposibilidad de hacerlo realidad. Ardo en la luz gris de esta madrugada, pensando en sus ojos, en su piel blanca, en su anhelo de poseer mi corazón, hasta la mas recóndita fibra. Crepito en sus palabras, que me dieron las mas bellas caricias, en sus manos grandes, que tocaron el interior mas intrínseco de mi misma. Tiemblo por mi funesta suerte que se avecina, un golpe certero en la nuca, y ya no habrá mas sentires, no palpitares consonantes, no mas poesía, no mas historias que contarle al papel...

Despierto en un temblor total, eclipsada en el mas hondo de los horrores, sujeta por la envoltura de miles de tiras de tela. No puedo moverme, solo pestañear y respirar fatigosamente, ante lo apretado de mi vestido de muerta. Habrá pasado ya lo peor? Vienen por mi, dos hombres me toman fácil, como una muñeca y... me lanzan!!!! Siento el vértigo propio de la muerte en mi abdomen , que late con la presencia inefable, del ser que morirá junto a su madre, en una fosa... común? Miles de gritos de momias vivas, las mujeres que me acompañaban en el camino, ahora están conmigo en mi mas absurda pesadilla, un entierro comunitario y prematuro, pues aún la mayoría respira ... Paladas y paladas de tierra, nos echan los trabajadores de la muerte. Me siento ir, ahora si, me falta el aire, los grumos negros de humus, empiezan a invadir mi nariz y mi silencio...

Paff!!!! Un golpe certero en la mandíbula me despierta y me cuesta entender que pasó.Alguien me desenvuelve y descomprime mi tórax.

- Esta es tu oportunidad, no la desaproveches, corre hacía el norte, la frontera del campo esta a tres kilómetros,Hey!!! Me escuchas? No te detengas por nada y lo mas importante... No mires hacia atrás.

Esas fueron las palabras de quien me salvó, y me dio mi boleto a la libertad. Corro desesperada, agitada contra el viento que me quiere detener. En algún lado me espera el amor, y la posibilidad de poder darle a mi niño, una vida que vivir y sueños placenteros que soñar...

Esperanza de noviembre

Aqui estoy, a la espera de noviembre,
inmóvil al rayo de sol, a la lividez,
serenamente triste, miro si, a través,
del lente que, sin mas, mi desnudez desmiente.


Ardo en deseos, crepito suavemente,
me consumo lacrimosa en tu brillantez,
y la juntura perfecta de las almas es,
lo que le da razón de vivir a mi mente.


Ahora es el momento triste de volver,
con un tesoro oculto en las entrañas,
que se revela en mis ojos, en mi querer


en mi piel que se torna bella y lozana,
en las estrellas que me dejan resplandecer,

hasta noviembre, y nazca otra Aldana.

IMPOSIBLE OLVIDARTE ESTE DÍA DE SAN VALENTIN.

Camino sola por las líneas férreas de mi destino; intento borrarte, pero sigues ahí parado, tu rostro frente al mio, que me persigue como la luna llena cuando corro. Cierro mis párpados en busca de descanso, aún sigues ahí. Canta un ángel en falsete, exprimiendo mi corazón , que gota a gota, se derrama espeso en el tuyo, como licor de cerezas, y lo hace nuestro. Canta mas fuerte desde el columpio, mientras desnudo mea tempestades a los cuatro vientos. Gira la veleta loca de mi alma, en las luces mortecinas que en invierno, se encienden al anochecer, e invitan a calentarse junto al fuego.

Y en un arrebato ardiente de mis entrañas diluidas en tu esencia de hombre, recuerdo tu piel bañada en chocolate semiamargo, siendo devorada por mis labios y mi lengua , degustados en un goce espiritual, interminable orgasmo de tu dulce entrega. El ángel se ha callado, duerme entre mis brazos, y tiene tu rostro imposible de olvidar, en la lejanía, esta noche de tus ojos brujos, de San Valentín.

MI VENGANZA

Mi venganza es ... que mi sonrisa no se borra.

                               que mi mirada no se apaga,

                               que sigo en pie y amando,

                               que en tu mente soy 

                               una marca indeleble.

                               Que mi presencia te corroe las entrañas,

                               que tu corazón , está herido y no sana,

                               que siempre sentiras sobre tus labios,

                                la quemadura que los mios te dejaron.

                                Que tu mejilla no podrá olvidar,

                                ni con el paso de los años,

                                mi mano que ha pasado suavemente,

                                dejándote marcado .               

                                Que tu cuerpo va a extrañar horrores,

                                 la presion que producian los dos cuerpos,

                                 cuando locamente nos besamos.

y finalmente mi venganza es... que cerrarás los ojos...

                                 y mis palabras surgirán del fondo de tu propia alma,

                                 para sanar tu corazon , hecho un despojo

PÉRDIDA.

Lo miró a los ojos y  la obligó a bajarlos , en la quietud de la siesta.Nada predecía lo que iba a pasar , ella no quería , pero él la obligaba , solo con su presencia , con sus manos , con su ruego y su chantaje afectivo.Pasaron minutos , como si fueran horas , quietos , frente a frente, sentados, sin moverse.De pronto ,él , muy a lo macho , la tiró para atrás , la sostuvo con fuerza , ella no iba a gritar , pero le tapó la boca igual.La tocó , sin nada de delicadeza , sin nada de ternura , con brutalidad. Acto seguido la despojó de su ropa y le quitó lo que de pura tenía. Ella lloró , sufrió en silencio el ultraje, sintiendo como se colaba por entre medio  todo el frio del mundo , y supo que ya no recuperaría nunca más su paz.

_ Ah!!! Y si le contás a alguien , olvidate de lo que te prometi , no te doy más de los chicles que te gustan... y le cuento a tu mamá.

DULCE Y AMARGA.

Caminamos , caminamos... como si en eso se nos fuera la vida. Hablando cosas diversas , recuerdos , sentimientos , pareceres. Hombro con hombro , rozando nuestras almas a cada paso , alrededor de la bendita plaza, con casi nada de aire entre nosotros .La brisa repentina de la aún no nacida primavera , danzaba enredada en nuestras piernas. Y nada hacia parecer que el amor, finalmente, haría su aparición .Un abrazo y tu olor , en mi , para siempre.

Según recordaba , no debías desaparecer , pero no se que pasó , no te vi más. Me quedé sola , caminando cabizbaja , en una ciudad sin nombre , con un idioma desconocido , caras que denotan olvido , y mis dudas ...Si! Mis dudas de haber estado con vos alguna vez!

La tarde dejó paso a la noche , cálida y nauseabunda , repleta de sonidos inimaginados por el hombre . Gritos desenfrenados , gemidos inauditos , aletear de cuervos por doquier y yo corriendo , agitada , tapándome los oídos , asustada de tanta indiferencia y horror. Caí en el pozo más profundo de la vida , la agonía. Y las sombras de la muerte me cubrían con sus alas , que solo batían el bochorno de una noche infernal. Me quedé  ahí, acurrucada en el agujero , soportando mi tristeza y mi dolor , por tu pérdida. Después del golpe certero que me dieron en la cara , ya no me acuerdo más de nada. Y desperté sola , en mi cama , con tu olor pegado a mi nariz , pero ninguna imagen de tu cara.

                                                

MIO Y TUYA.

Mirame a los ojos y decime que soy la única . Mové tu cuerpo , al compás frenético de mi corazón, que mis lágrimas me nublan la vista al llegar a tu interior, y juntos desatamos un sismo , al borde del acantilado, cayendo al vacío , que ahora nos recibe lleno.

Dejame entrar en tu alma , que la linea que me lleva a tus neuronas , tiene la misma electricidad que nos hace temblar de ternura , de fuego y descontrol.

Amame , que yo , cuando aún no conocía tu rostro , ya te amaba y no me resignaba a perderte. Que mi ser no conocía tu luz , y ya te ansiaba en la vigilia pudorosa de mi noche.

Si me mirás a los ojos y decís que soy la única , probablemente me crezcan alas y pueda subir en el sopor dulce de la madrugada , de esta existencia que me mantiene atada , entre el cielo y el infierno de la nada.

                                                                                                                        

NO QUIERO PERDER

No quiero perder la esperanza esta noche, 

de tu regreso a mi vida , a mi historia,

Quiero beber tus lágrimas , sin derroche,

quiero poseer completa esta victoria.

Pensá que hoy mi alma , mi amor antiguo,

se debate entre la vida y la muerte,

cuando descubro tu foto entre otras,

asignada a tu nombre de hombre fuerte.

Quiero saber a que huele tu ropa , 

a que sabe tu piel , y sucumbir a la sosobra,

Hacerte mio , solo mio , MIO,

parte de mi cuerpo , aliento de mi boca.

Solo mi alma sabe , amor mio,

cuanto te extraño , como te ansío.

Para volver a tener tu respiracion en mi cuello,

para volver a temblar con un suspiro.

BATALLA EN LA OSCURIDAD

Yendo ciega , en la espesa oscuridad del universo, buscándote , palpando la negra noche , un abismo de ondulaciones , aristas , y vacíos , que ansío llenar con tu presencia. Me voy deslizando suave , por un sinfín de sensaciones, hasta encontrarme con la calidez de tu cuerpo, con la deliciosa humedad de tu boca , con la cadencia dulce de tu voz. Cabe destacar que nos trenzamos en una violenta lucha de poderes , vos querés mi cuerpo, yo me muero por poseer el tuyo, y en ese fatal forcejeo encontramos, los dos, la paz. Que paradoja , que misterio , que de una brava pelea , de un extenuante baile , dos seres que se declaran la guerra , terminen haciendo el amor.

Me queda tu olor , tus caricias , en el suave atardecer de mis mejillas. Y en tus ojos , que no olvidan , en tus manos , la memoria de esta pasión ,que recordarás de por vida.

GANAS

Enciende con tus ganas , este cuerpo. Hazme estallar de mil colores , que aún no tengo. Dame de tus ojos, el camino a tu mente , hazme gritar , llévame a la gloria.

Que tu nombre se pegue en mis labios y no pueda dejar de susurrarlo , decirlo ! Gritarlo! Que se me haga carne desde la piel hasta los huesos y no se borre , cual tatuaje.

Porque mis ganas se desbordan por tenerte , por tocarte , por adentrarse , en ese mar que hierve de deseo , de devorar con tu agua ... mi fuego.

Y así cayendo en un abismo , lento , inconsciente , desquiciante , podamos juntos , abrazarnos , hechos uno , ascender al cielo cual arcángeles                             

PRESO EN LA CELDA DE MIS ENTRAÑAS.

Estas preso en mi corazón de quimera,

preso en el aroma que destila mi hoguera,

preso de mi piel que sustrae tu sueño,

en las noches de sábanas mojadas,

en que no soportas, te falte mi dulce veneno.

Preso de mis besos y mis mordidas,

preso de la oscuridad de mis entrañas,

que no solo te aprisionan, te exprimen, te relajan,

y te evaporan el deseo a fuego lento.

También soy presa de tu carne,

que me fustiga de pasión, sin exiliarme,

que me hace estallar, inconmensurable,

en el sino orgásmico del mar , su oleaje.

Pero he perdido sin remedio la cordura,

montada a tu cabalgadura,

que vamos al galope , fusionados,

por el valle de los gemidos estrellados,

enlazados como cintas de plata,

simbiosados en la esencia del alma,

recorriendo jadeantes los mundos del otro,

y en cada espasmo amanece en nuestros ojos.