Colores de un alma que crea desde la celda de un neuropsiquiatrico. Una ninfa que inspira poemas y relatos fantásticos. Una historia que no tiene final...

viernes, 29 de marzo de 2013

Paisaje de vos y de mi voz.

Tu vasto territorio iluminado por el sol, respondiendo al encanto de mis caricias. Un gesto lleno de belleza, tu mejilla pegada a la mía. Arenas que brillan en no se qué ritmo de tambores lejanos, un bup - dup que bailotea en mis sienes, mientras el desierto sucumbe a la humedad y de dos piedras planas rompen en milagro, rosas rojas... Solo el contacto, el tacto, el sentir que viajás por mis neuronas, invadiendo mi todo con tu luz, llenándome... Por si fuera poco, invaden el aire fragancias antiguas, íntimas, ligeras, envolventes aromas que nos transmiten rosarios enteros de recuerdos. Miles de texturas que te pertenecen pasan por las yemas de mis dedos fugaces, y vuelven a nacer en el mapa reinventado de tu piel... Alguna vez me llamaron viento, tierra, agua, luna, fuego... hoy me llaman Mujer.

viernes, 8 de marzo de 2013

SER, ESTAR, Y NO PARTIR.

Tarde de silencios y de espera, de sentarse con la cabeza gacha en el cordón de la vereda. De a ratos, oteando a la distancia, esperando ver tu sombra andante doblar la esquina, y sentir el temblor en la garganta, cada vez que se acerca amenazante el taconeo ajeno, de alguien mas que llega a destino. Las tardes de otoño son tremendamente melancólicas y ardorosas a la vez. Son tardes de imaginar, tardes de letras enloquecidas que se agolpan en mi mente queriendo salir, amenazando quemarse ahí mismo y dejarme sin el extremo placer de volar.
Las baldosas de la vereda, se van borrando, como si una inundación se suscitara a plena luz del sol. Es cierto que mientras mas absorto te encuentre el momento, la sensación de flotar es mas real para el cuerpo... Así me encontró tu presencia etérea en ese ocaso, sumida en el ensueño de mis zapatos rojos, en la acera de agua y brisa que el otoño hacía fluir, desmadejándola lentamente. En que momento entramos en la bañera? No sé. El agua que, luminosa, acechaba las veredas, nos cubrió la desnudez; y mis manos, que con ansiedad y dulzura te anhelaban desde antiguo, navegaron palma y dorso por el mapa suave, presentido de tu piel. Sentir las concavidades y convexidades que atesoraba en recuerdos no vividos, me llevó a tiempos pretéritos, de placeres simples como sumergirse en la bañera de bebé, un día de calor bajo la mirada vigilante de una madre, la sensación del tacto propio... Así sentí al tocarte... Tu piel mía, tu cuerpo mio, tu alma mía. Y nos cubrimos de fuego las manos, nos quemamos sin dolor, lentamente, como si así nunca fuera a terminar la vida.Conectando los cuerpos, a base de sinapsis, nos llenamos de blancas explosiones, cegados... Y las bocas fueron nuestros ojos, las lenguas el cable a tierra, una cadena giratoria de energías fundidas en piel, músculos y suspiros... (¿ Alguna vez te dije que tu piel, tu humedad sabe a cielo, a mar, a lágrimas?) Vibratos reberberantes en agua evaporada ante la fusión de esencias, ambos deshaciéndose en el temblor de caderas y rodillas... ¡ Explotá de estrellas quiméricas en mi dulce agónica oscuridad! Nada termina en el éxtasis, mas bien empieza. Un universo recién parido, solo para los dos...
Pasó una hora y aun no estás, las aguas retroceden, las luces se van retirando al descanso, la noche de luna llena invade los rincones... Me apoyo en un árbol, tranquila, y el taconeo de tus botas, tu sombra amada, da vuelta la esquina... Mi cuerpo es esta vez, en el abrazo concreto, el que te siente llegar.

CONVOCATORIA, EVOCATORIA, INVOCATORIA. ( Cualquier parecido con la realidad... al que le vaya el zapato, que se lo ponga )

Poetas de las sombras,
poetas del olvido,
poetas del silencio,
de la muerte,
de la burla,
de las cruces insurrectas
de amores flácidos
de oscuridades perpetuas
que se gozan en bucles
de las llamas, el chasquido...
Oh! Música para sus oídos!
Poetas de lo escaso,
poetas del juguete deseado,
seducido y abandonado,
poetas de palabras de dulces principios,
y de amargos finales,
poetas de la promesa histérica,
del verso cobarde y ególatra,
Oh! Si! De preciosos ombligos!
De cantares rotos y huidas precoces!
Poetas de relojes derretidos,
de hombrías caídas,
de esperanzas risueñas,
de mujeres desnudas
cual ciruelas moras,
y esposas carilargas
sentadas en sexual hambruna.
También poetas de las luces,
de los sueños vividos en vida,
de las letras como flores abiertas,
primaveras terrestres,
en palabras sencillas,
en visiones emanadas,
como vapores del alma...
Vibran, vibran vibran!

miércoles, 6 de marzo de 2013

...

Ardeme del amor que no se apaga, de ese que quema y no daña... Vestime de pétalos y agua pura, de caricias verticales, crepitándome el alma. Porque de a poco me fui iluminando, a medida que tus ojos me daban vida y en este amanecer que recién empieza, el deseo de ver el rostro de vos, de tomarme de tus manos y ascender al cielo, me engalanó de rosa roja quemándose en la pureza de tu amor, y emanando el perfume con que nos baña el camino a la eternidad...

viernes, 1 de marzo de 2013

ESPERAR.


Esperar de luz, tiniebla y bruma, de cristales, música y silencios. Esperar de ángeles dorados que caen del cielo con regalos en los ojos y espadas en las manos. Esperar de hijos de la tierra, de hijas del agua y de la luna, de velámenes extensos danzando en los vientos salados del océano y esperar de miradas absortas desde la costa nueva...
Érase una vez un par de ojos en espera, unas manos, un cielo en espera, abierto, y sus puertas doradas dejando escapar manos y manos, cantos, y después... silencio. Y la redondez de carrousel, girando en derredor de la novia, que ataviada... espera. La calidez de la luz, reflejada en las manos del novio que aguarda en el altar, ojos enamorados, ansias y el cielo otra vez girando, y no querer que se acabe, ni que se repita... Añorar la sensación de eternidad que no se conoce, la sensación de hogar para siempre... Permanencia...
Ahora es esperar sin sosiego, esperar desesperando, muriendo, soñando, respirando. Esperar de única, sencilla, imposible espera. Esperar sentado, parado, haciendo cola en un banco, cocinando, duchándose, lavando platos hasta que la cotidianidad simplemente se desvanezca entre las sombras Y juguemos, vos y yo, a la ronda del comienzo del final agarrados de las manos, viendo el oleaje en las nubes, viendo amanecer en el mar.