El, Oliverio de principio, del principio de mi piel, hasta el recuerdo de su toque, trémulo entre mis dedos.
El, medio James, medio Henry, un cuarto de Jorge Luis, que se expande en explosiones rítmicas y susurros, asido al borde ardiente de mis caderas.
El, un poco cielo y honda oscuridad caliente. Único abrazo al borde del abismo, otro poco amor congénito. Un poquito Alejandro, todo mio.
El, medio James, medio Henry, un cuarto de Jorge Luis, que se expande en explosiones rítmicas y susurros, asido al borde ardiente de mis caderas.
El, un poco cielo y honda oscuridad caliente. Único abrazo al borde del abismo, otro poco amor congénito. Un poquito Alejandro, todo mio.