Besame como la noche, como la lluvia, con los labios húmedos de profecías cumplidas. Besame con el arrullo que acuna el viento en las ventanas, con la nana de la guerrera en calma, después de una gran batalla. Besame con el crujido de las hojas en otoño, con el fuego de tu ser insaciable, consumiéndome el alma para volverla mariposas blancas, que retornan a mi cuerpo de agua que apaga la sed. Besame en la bruma, bajo el sol o en la misma tumba, con el llanto inútil de los que se quedan, mientras la piedra susurra: Te espero en el infierno, en el cielo... Sé puntual.
Clarissa Cristal.
Clarissa Cristal.