Colores de un alma que crea desde la celda de un neuropsiquiatrico. Una ninfa que inspira poemas y relatos fantásticos. Una historia que no tiene final...

lunes, 24 de marzo de 2014

Callate y besame...

Besame como la noche, como la lluvia, con los labios húmedos de profecías cumplidas. Besame con el arrullo que acuna el viento en las ventanas, con la nana de la guerrera en calma, después de una gran batalla. Besame con el crujido de las hojas en otoño, con el fuego de tu ser insaciable, consumiéndome el alma para volverla mariposas blancas, que retornan a mi cuerpo de agua que apaga la sed. Besame en la bruma, bajo el sol o en la misma tumba, con el llanto inútil de los que se quedan, mientras la piedra susurra: Te espero en el infierno, en el cielo... Sé puntual.
Clarissa Cristal.

Mi poesía.

Poesía desnuda, desprovista de disfraces y caretas, poesía loca que con alas de plumas iridiscentes se eleva, te eleva, me eleva. Poesía para quien no esconde el alma entre las natas de un pozo pantanoso, sino que brilla a la luz de la luna tiritando de emociones a flor de piel. Poesía clara y sincera, abierta, simple, espejada. Poesía en carne viva y en gemidos... Poesía... corriendo por mis venas calientes, al compás de mis latidos. Clarissa Cristal.

Para vos.

No voy a robarme la magia de tu fino aleteo, ni voy a hacerme humo en un amanecer sin gracia. La eternidad de aquello que se mueve, la mortandad de aquello que esta quieto... cuando las voces mundanales gritan: Viceversa! ¡Yo solo quiero hundirme en el aroma de tu pecho, encontrar la infinitud en un abrazo prolongado, en el calor de tu cuerpo, en el rumor de tu corazón que galopa mis Pampas montándolas en pelo y en el grito furibundo de mis entrañas incandescentes abrazando tus estepas! Clarissa Cristal

viernes, 7 de marzo de 2014

Con M de Mujer...

Yegua desbocada, mujer indomable,
solo el aroma de la tierra empapada llevo como ropaje.
El cielo me moja de estrellas, mientras corro y no me alcanzás,
mientras vuelo engalanada de plata, en las nubes,
y mis pies se plantan en el suelo de la llanura pampeana...
Yegua desbocada... cuando grito que me mires a los ojos,
y marques una ruta de verdades, esas que nos hacen iguales!
Mujer indomable... cuando de derechos se trata,
blandiendo rebelde la sonrisa... y desnuda el alma,
fluyen húmedas certezas...
Vamos! Rompé la barrera, ya se que no soy pura ni casta...
Yegua, si, yegua y desbocada, loba, pantera, mujer,ninfa de piel blanca...
Mirame a los ojos y no digas nada...

Clarissa Cristal.

martes, 4 de marzo de 2014

Canción de no cuna.

Acuna mi vientre,
ruegos a montones,
movimientos, saltos,
vértigos, tirones.
Mi pequeña luna,
ojos de mareas,
ha deseado osos,
triciclos, muñecas,
ha probado leche,
el sabor de la fruta,
ha bebido lágrimas...
mi pequeña luna.
Me ha dejado el dulce,
de noches insomnes,
de lluvias certeras,
en mi ombligo al norte.
Y hoy yo, tan callada,
de mirada atenta,
de manos cansadas
de llevar quimeras,
no abro la boca,
mas caigo en la cuenta:
No hay panza, no hay llanto,
no hay cuna, no hay luna,
que llene el vacío...que eche al dolor...


Clarissa Cristal.

sábado, 1 de marzo de 2014

La imagen en el espejo.

Habían pasado los años, el tic tac jamás se detuvo a su favor, mas bien el desgaste de la vida se había intensificado, penetrándole los poros, carcomiendo sus huesos hasta llegarle al alma. Ya no hacía viajes con vuelos fugaces e intensos alrededor de la luna, ya no mas cabalgatas enlazadas al latido del corazón... Sería que aun latía?
Una noche despertó asustada, porque los sueños la 
atormentaban con un pasado vacío, mas bien repleto de trastos inservibles llamados recuerdos. La magia que había visto en los ojos ajenos, la maravilla de las manos que hacen, la simpleza del aroma del café, la ansiedad que despertaba en ella el olor a tierra mojada, había ido esfumándose por los pequeños espacios entre quicios y ventanas, marcos y puertas, cuerpo y alma... Se acercó, aun con el rictus espantado de quien ve un fantasma y se enfrentó al espejo con los ojos cerrados, tratando de imaginar como se veía, trayendo a la realidad aspectos físicos de antaño. Se acordaba de su cara enmarcada por una mata de rulos, mejillas gorditas y rosadas, ojos enormes y una estatura diminuta (nunca había sido muy alta). También la imagen de la adolescencia, desgarbada, asimétrica y unos ojos que despedían chispas, deseos, ganas e impotencia. Luego dio lugar a la silueta curvilinea de una sirena y un vientre que parecía explotar en la expresión entre feliz y cansada de una verdadera mujer... Respiró hondo, como hubiera deseado volver a viajar..!
Sintió que el tiempo apremiaba, que debía mirar aquello que el espejo hoy le reflejaba, abrió los ojos y del otro lado, paciente, el espejo le devolvió el cuarto silencioso... nadie se reflejaba.

Clarissa Cristal.

Obra pictórica de Fidel Molina " Recogido frente al espejo"