Colores de un alma que crea desde la celda de un neuropsiquiatrico. Una ninfa que inspira poemas y relatos fantásticos. Una historia que no tiene final...

domingo, 26 de febrero de 2012

EROTICA. EROTICA. ERÓTICA.

Caer salvaje sobre tu piel húmeda, adrenalínica, sedienta de mis quimeras. Frotarnos locamente, uno 


con otro, mezclando a la perfección los olores, degustando la miel del otro, aromando la cama, la 


alfombra y la pared embebida de nuestro sudor. Abriendo cavidades hasta microscópicas, para 


recibirnos.


Latir dentro mio,

latirte en un abrazo triturador,


parirte y volver a engendrarte una y mil veces.


Fundite, si, asi...


No, no te detengas, mas, dame, mas...


Crece, aun mas, no te vayas... quedate... dentro... de mi.


Quiero, deseo, añoro poseerte, pero nada quiero, nada tengo, si no podes llenar mi corazón...



CLARISSA

lunes, 6 de febrero de 2012

ARPEGIOS.

Saboreo los acordes aromáticos de tu alma en las cuerdas de una guitarra, mis dedos rasguean el fa mayor de la curva de tu mentón, y voy comiendo a besos cortos, suaves, excelsos, las líneas inferiores de tu rostro. Un arpegio dulce nos eleva al sol mayor de tus párpados apenas caídos en un acorde soñador, y te acaricio, rozando mis pulgares en tus mejillas preciosas.
Mientras tanto, la lluvia cae.
Devoremos los silencios, amándonos en el vaivén del tempo de tu cuerpo y el mío. Pegate a mi, florecé deliciosamente entre la nieve de mi piel, hacete agua de deshielo conmigo, fundite a mis entrañas de tormenta, de tierra mojada, a la vuelta alrededor de la luna de mis caderas vertiginosas. Que tus manos se deslicen como por laderas de valles que saben a tu hogar. Dame a beber tu torrente, navegar en el placer de tus venas, estremecerme en cada uno de tus latidos, vibraciones quiméricas antes de la aurora dorada, mientras giramos a gran velocidad, unidos por la pelvis, aromados de estío. Que al final, cuando caigamos extenuados de este baile celestial, mi guitarra, aun vibrando en tu deseo, nos acunará en el viento de tu cabello ondulado, bañados de sol, de música, con los ojos plenos de cielos estrellados. Hazme tu melodía… reverbera en mi aurora violeta, en tu alma de plata, de cielo y de mar.