Colores de un alma que crea desde la celda de un neuropsiquiatrico. Una ninfa que inspira poemas y relatos fantásticos. Una historia que no tiene final...

viernes, 19 de agosto de 2011

ATERRIZAR DE RODILLAS.( o De la carta del amor verdadero)


Mil veces intenté decirtelo, corrí detrás tuyo, en el viento que descorre el rocío y besa mi cuerpo friamente, pero cantidades de obstáculos me detuvieron, atrasándome en la caravana que por inercia sigue tu estela. Hubo un tiempo, en el que asumí que sabías lo que siento, y me entretuve en la grandeza dulce de tus ojos.Las nubes oscurecieron el cielo de engaños que me apartaron de vos, mientras me extraviaba entre la muchedumbre anestesiada, y en el sopor contagioso de la amnesia colectiva, me volví ciega, sorda y muda a tu presencia de amante exclusivo. Me fui detrás de otros, atraída por aromas que jamás había probado, sabores dulces que invadían mi cuerpo, evaporando mi piel, y se volvían en hiel  al contacto con las fibras de mi corazón. Desvarié en la fiebre de tu ausencia, te soñé tendiéndome los brazos, besando mi alma, y al despertar, la ansiedad de no poder verte y saciar mi sed extrema de vos, me sumía en el eterno desconsuelo.
Hoy el cielo despejado me da la oportunidad de intentarlo. Aclaro mi garganta, ya sin angustia, asumo mi corazón y te regalo, en las rosadas luces de mi atardeecer,mis primeras dos palabras absolutas: TE AMO... Y en el límite energético de mi alma,  me quedo esperando,a que me bañes de brisa tierna, con los brazos extendidos, amarrados, abrazando mi vida, mi historia, mi realidad, a que vuelvas a buscarme y pueda aterrizar de rodillas,convirtiéndome en una pequeña partícula de polvo, a recibir con pequeñez y pureza, el sagrado milagro de tu amor.

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