Colores de un alma que crea desde la celda de un neuropsiquiatrico. Una ninfa que inspira poemas y relatos fantásticos. Una historia que no tiene final...

domingo, 21 de agosto de 2011

UN PASEO POR TU ALMA ( O DE LA CARTA DE RESCATE DE TU NIÑO INTERIOR)


Esta mañana, sali muy temprano a caminar, y me perdi en el valle aromado de hierbabuena, salvia y camomilla de tu alma. Me deslicé sentada por las laderas rocosas y vegetadas de esa sierra que posees, y caminé tranquilamente en esa paz tuya indescriptible, imposible de hallar en otro lugar de este mundo. Mientras el sol se movía, las lunas de tus grandes ojos iban siguiendo mis pasos. Con tu calma silenciaste de golpe los torrentes de agua que corrían alegres y escandalosos, como los niños cuando juegan a algo muy divertido. Las piedras relucían al contacto con la luz, y la brisa que hacía bailar mis bucles, jugaba a colmar de ternura mi ser. Cuando el dia despuntó, no me imaginaba que rumbo iba a tomar, pero me di a la tarea de hallarte por donde sea, y al ver abrirse los árboles de este bosque frondoso, me detuve con temor, porque la quietud extrema que reinaba, era inquietante. Los senderos de tus miedos, ante la oscuridad, querian escapar pegados a las plantas de mis pies, y el mayor de todos, el miedo a quedarte solo, vino de la mano de su hermanito menor, el miedo a la muerte. Ambos palidecían en la luz difusa que se filtraba caprichosamente entre el follaje, vestidos de gris oscuro, les di un abrazo y sin darme cuenta, me los llevé conmigo, ahora ya no los tienes. Le siguieron tus tristezas, florecillas pequeñas, celestes, que se adhieren a la ropa. Elegi de souvenir, la tristeza de nacer, la de no encontrar a tu alma siamesa, la de no encontrar tu lugar en el mundo , la de estar solo, aun estando en multitud y la de no ser abrazado. Con ellas formé un ramillete, y me lo pegué a la solapa de mi saco.En su lugar nacieron unas flores de color amarillo, que invadieron el aire con su aroma,y que curiosamente es el de mi perfume favorito. No tardé en llegar a un claro y encontrar, alli en el medio tu fortaleza. Un castillo color marfil, iluminado, aireado,se levantaba cual rey, en medio de la vegetacion.La belleza, la armonía de tus formas, tus muecas mas tiernas, y el halo dorado que siempre llevas en los ojos, iban plasmados, como tu impronta, en la arquitectura eterna de tu esencia. Llamé a la puerta diciendo tu nombre, ese que llevo grabado a fuego en mi, y las puertas se abrieron, y me dejaste pasar. Me detuve en cada detalle de tus palabras, en la música que me regalabas a cada paso, en las risas que arrancaste de mi boca, ante tus decires inquietos y graciosos, y nos perseguimos por los corredores blancos de tu alma, lanzándonos besos voladores, medio enserio, medio en broma, medio desnudos en los sentimientos. Al doblar una esquina, un ventanal me mostraba el jardin de tus sueños, los mas hermosos resplandecían como fuegos fatuos del atardecer, sobre las rosas blancan que iridescen. Tomé el picaporte de la puerta de vidrio, y abri. Salir a ese espacio soñado de tu interior, fue para mi el mas hermoso de los regalos que me diste. Repentinamente, una vocecilla cantaba entre los rosales, me fui acercando despacito, como para no asustar a la avecilla cantora y oh! sorpresa... hallé al niño de los desplantes, al niño de las jugarretas. Me miró con esos ojos profundísimos que yo ya conocía, porque los veo cada vez que te miro, y me sonrió, en la pura blancura de tu inocencia, una lágrima rodó por mi mejilla. Sin mediar palabras, el niño estiró sus bracitos, en busca de los mios y lo levanté. Que inconmensurable la dicha de tenerte tan pequeño entre mis brazos, de abrigarte y besar tus pestañas largas y soñadoras. Cerré mis ojos y senti tu olor, tu calor y reíste para mi...
La tarde se iba rojiza sobre las laderas que delimitan tu ser, me fui a casa a escribirte y contarte lo que senti mientras te conocía, fue hermoso. Ah!!! Me olvidaba!!! Quizas cuando reacciones, no encuentres a tu niño interior, porque esta conmigo... y no es que me lo haya robado, es que al abrazarlo se sintió tan a gusto, que se quiso venir conmigo. Asi que si lo quieres de vuelta, tendrás que venir a buscarlo y ahi veremos como te lo devuelvo. Quizas tengas que escribirme algo, para que él sepa que estos brazos que tan bien lo contienen, siempre estarán presentes y son queridos. Un beso en tu alma buena, y espero tu respuesta.

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