Ahí te espero,
donde empieza tu tristeza,
y tiene dueña tu llanto.
Donde, de mi puño y letra,
dibujo las penas derramadas
de tus enormes ojos dorados.
Y a la orilla del río prometo
convertirlas en dulce canto
Ahí te espero...
y sin dolores me desangro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario