Colores de un alma que crea desde la celda de un neuropsiquiatrico. Una ninfa que inspira poemas y relatos fantásticos. Una historia que no tiene final...

martes, 16 de junio de 2015

Arrabbiata tercera:(Sin filtros, la musa no se calla)

La noche que libera a los ancestros escondidos tras las estrellas, y esa flor tibia como vómito, como la mano fláccida de pescado que tiende el hipócrita, cortando sus propios haces de evolución espontánea, mientras se le borra la sonrisa idiota y se va en un mar de mediocridad a la tumba de las palabras vacías.
Llora la simiente estéril y llora el cuenco agusanado por el mal uso de la vida. Llora el cielo perlado de luna, el manto con el que se cubre la cabeza el cobarde, dejando el culo aireándose, por las dudas de que no resulte la última receta adquirida.
La noche que juega a la lluvia, la flor mustia por su recelo hacia las rosas rojas que adornan el camino del héroe, que se quedó en su poltrona burguesa, a pudrir el tapizado, y los templos, los pactos, y los lazos que se rompen, al caminar hacia atrás, reviven la rueda histérica del ETERNAMENTE y del NUNCA MAS.
Clarissa Cristal.

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