Colores de un alma que crea desde la celda de un neuropsiquiatrico. Una ninfa que inspira poemas y relatos fantásticos. Una historia que no tiene final...

lunes, 18 de mayo de 2015

Del sueño a la travesura.

Corrí por los corredores oscuros buscando algo. El piso de madera lustrada, las paredes con molduras, el olor a bosque frío y flores de azahar, enmarcaban al tiempo dándole aires de sueño, y una deliciosa lentitud que hacía mas divertida la travesura. Las puertas de cedro permanecían cerradas, y una voz de mujer, por lo bajo, despotricaba Dios sabe que sarta de sandeces, combinadas con insultos de los mas gruesos... risa ahogada por la derecha. De inmediato supe que era un sueño, aunque los olores eran muy reales... Dos pares de ojos, uniformes y solo atiné a agacharme detrás de una mesa, tambalearon las velitas, bailó un segundo inseguro el florero. La risita se hizo cercana, y la puerta, detrás mio, me tragó...
En la oscuridad espesa y húmeda, se hizo silencio.El aroma a jazmines, a jabón, a testosterona y a sudor, me marearon al instante y solo pude abandonarme a un par de manos que me ajustaron contra un cuerpo ardiendo. La luna resplandeciente, desde una rendija del postigo casi cerrado, nos espiaba. Te reconocí en esa piel que nunca había tocado, pero que me traía recuerdos de noches ya soñadas, de revoltijos de sábanas, muebles empapados, duchas calientes con ropa, y mi furia escarlata en tu espalda.Visiones de momentos existidos, no vividos y un frenesí de espasmos, liberados en chispas, en la punta de la lengua.
Como en todo sueño, las sensaciones desaparecen o se agrandan... Se agrandan! Y te bebí en una suerte de borbotones agridulces, vaivenes aireados en la penumbra caliente de una noche bochornosa, perladas tus sienes destilaban sal. Y ahogados susurros de lobo complacido, rompieron la quimera de un sueño viajado y un tatuaje en tu pecho ... Nuestras risas de hiena de fondo y los insultos de hembra que van creciendo detrás de la puerta, acabaron por despertarme...
Siempre me vas a saber y a oler a travesura.
Clarissa Cristal.

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