Del azul saturado de lo propio, pasa por el índigo violeta de sus idas y venidas, pinceletas y dedos manchados en el deja vu del tiempo, que gira como un vientre agigantado, batiendo dentro el alma y el cuerpo a la vez. Si pudiera iluminar sus cadenas menores con haces perfectos y dibujar pilas de libros con su nombre.. ¡Si pudiera arrancarlo de la superficie, como sueñan las sirenas que cantan,con los marinos... y llevarlo a volar con alas de águila, a la vez, para llenar de inmensidad su sueño! La noche es larga e impregna de aromas su vestido. La rueda sigue girando y el sueño de deja vu... sigue dormido.
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