Anoche me perdi en tu piel, bañada en chocolate. Emanabas ese aroma que despierta mis sentidos y me hace enloquecer.Te bebi el alma sorbo a sorbo, tu temperatura disparada a lo mas extremo del fuego, fundió mis manos, mis labios y mi cuerpo entero al poder fricativo de este balie de deseo en el que perdimos el ser.
Tus manos corrían a gran velocidad por la curvatura alucinada de mi espalda, perdiste tus dedos en lo mas profundo de mi fin del mundo, y el maná color cacao derritiéndose en la trabazon de tu pelvis y la mia, nos bañó de gemidos y de estrellas al amanecer.
Las primeras luces nos hallaron cansados, extasiados y dormidos, en el barro sublime de una humedad humana, corporal y oliendo a chocolate...
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